miércoles, 9 de noviembre de 2011

La vida no nos espera

El Curioso Caso de Benjamin Button (The Curious Case of Benjamin Button, 2008) Es una película dirigida por David Fincher, conocido por grandes éxitos como El club de la lucha o 'Facebook' La red social, y protagonizada por un Brad Pitt que cuando se lo propone es capaz de ser un gran actor. Sin ir más lejos, en esta película fue nominado al Oscar como mejor actor. No podemos parar en Brad Pitt a la hora de hablar de los reconocimientos que tuvo esta película, ya que fue nominada a trece estatuillas, mejor director, película, guión y actriz de reparto incluidos, y ganadora de tres, mejor dirección artística, mejores efectos visuales y mejor maquillaje. Este última era cantado, ya que la transformación de Brad Pitt en la película es brutal. El film recorre la historia de un hombre que vive al revés, me explico, nace siendo un anciano y en vez envejecer, rejuvenece. Una película algo lenta por momentos pero que entretiene y engancha de princpipio a fin. ¿Alguien no quiere saber qué le pasa al personaje?

No sé si es lo mejor que tiene la película, pero este fragmento es una lección de vida brutal. Una lección de vida que todos deberíamos seguir a rajatabla, pero que es demasiado complicado hacerlo. Y es que en esta vida no siempre se hace lo que uno quiere. Hay muchos factores que te llevan por unos y otros caminos, que te alejan de objetivos marcados y que te llevan a otros, que te alejan de unas personas y te acercan a otras. Hoy me he acordado de esta escena viendo fotos y dándome cuenta de cómo pasa el tiempo. Todo lo que parecía que había pasado ayer, ya ha pasado hace bastantes años. Nos vamos haciendo mayores, uno ya está más cerca de los treinta que de los veinte, y la vida no espera. Sigue su curso y hay que agarrarse a los trenes que pasan. Lo más complicado es que el mismo tren te lleve a todos los sitios a los que se quiere se llegar. Tras la muerte de Steve Jobs le leí una frase en la que decía algo así como "si te miras tres días seguidos al espejo y a la pregunta, ¿lo que voy a hacer hoy es lo que haría el último día de mi vida?, la respuesta es no, hay que darle un giro radical a la vida" Personalmente creo que es una fantochada que se la pueden permitir los multimillonarios, aunque es algo que nos gustaría hacer a todos. Hacer cada día lo que haríamos si fuera el último. Aprovechar cada instante al máximo. Dejar atrás lo que te coharta y lanzarte a vivir la aventura que quieres vivir. Lamentablemente, la vida no está hecha así para el común de los mortales.


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