jueves, 25 de octubre de 2012

Sin cambios


Buscando a Nemo (Finding Nemo, 2003) es una película de animación de la factoría Disney Pixar. Como habitualmente pasa con este tipo de historias, una delicia. La película, un tanto infantil, narra la historia de Nemo, un pez payaso que es capturado por un buzo. Su padre, Marlín, ultra protector con su hijo tras perder al resto de la familia, lucha sin descanso para encontrar a su hijo. La historia tiene sus toques de tristeza, humor, aventura... Es una de esas películas que, a pesar de ser de animación, recibió el aplauso de la crítica. Ganó el Oscar a la mejor película de animación y estuvo nominada al mejor guión, banda sonora y edición de sonido.

Hoy he elegido esta película porque estaba buscando momentos en los que te cambia la vida, como le pasa al padre de Nemo. La verdad es que tal y como están las cosas, no tengo razones para quejarme, pero hay veces en las que me gustaría darle un giro de 180 grados al guión de mi historia. Soy demasiado activo y a veces me siento sujeto a una silla. Supongo que la sensación de tener que currar en un día de fiesta y ver como otros muchos pueden hacer mil planes aprovechando estos días de asueto, me frustra. He pensado que mi situación no tiene visos de cambiar a corto plazo y me he agobiado. También puede ser que hoy ha salido un día de esos tristones, algo que influye en el estado de ánimo. O puede que haber puesto en el coche a Pablo Alborán no haya sido una buena idea. O que cuando uno mira atrás y se vez feliz y contento siendo un estudiante sin preocupaciones echa de menos demasiadas cosas.

Lo mejor de todo es que soy un poco Dori. No es que tenga memoria pez, es que mis malos ratos pasan rápido y en seguida vuelvo a ver todo con buenos ojos. Como reza el estado de twitter de una gran persona, "positivista extrem". Seguro que esta misma tarde, todo va a mejor.

Y hoy, que estoy en plan melancólico acabo con un... "perdoname si alguna vez te hice sonreír".
 


jueves, 18 de octubre de 2012

Absurdo

Dude, where´s my car? (Colega, ¿Dónde está mi coche?, 2000) es una pésima comedia protagonizada por Ashton Kutcher y Seann William Scott. Puede ser una película que te puede divertir, hacer gracia en algún momento, pero de escasa calidad cinematográfica. Dos amigos, tras una fiesta loca, olvidan dónde dejaron el coche y en torno a esta situación gira la película. Lo peor del film es que cuenta con varias escenas absurdas como la que os presento en el día de hoy.

Y precisamente sobre cosas absurdas quería hablar. Hoy, camino del trabajo, he escuchado la noticia por la radio. La Diputación de Gipuzkoa ha decidido quitar de los carteles de las carreteras el término Francia y sustituirlo por Lapurdi o Baiona. ¿Seguro que este es el problema principal que tenemos en Euskadi? Lo dudo... No me voy a poner a debatir si es el momento o no de hacer algo así con la que está cayendo, me recuerda a los cambios de las señales de velocidad que duró dos meses... ¡En fin! No le cojo el sentido al cambio realizado por la Diputación. Cierto es que no mienten, las señales indican bien el camino hacia Baiona o Lapurdi, pero alguien debería haberse percatado de que las señales de tráfico están para informar a los conductores, sobre todo a los que no conocen la carretera, y no para hacer política.

Me parece perfecto que cualquiera piense lo que le de la gana y que crea que al norte del río Bidasoa no empieza Francia, pero de ahí a este cambio en las señales hay un paso grande. Lejos de Euskadi o Euskal Herria pocos sabrán qué es Lapurdi o dónde está Baiona y si estos conductores quieren llegar a Francia, sea a San Juan de Luz o París, necesitan una señal que les indique qué carretera seguir para llegar al país galo. Sinceramente, creo que estamos perdiendo el norte. Además, por si alguien no se ha dado cuenta, señalar el camino hacia Francia no significa que el país vecino empiece una vez pasado el Bidasoa, simplemente, que por ese camino se acaba llegando a Francia. Y sí, he dicho país vecino, porque por mucho que chirríe y por muy concepto de Euskal Herria que podamos tener en la cabeza, nos sintamos españoles o euskaldunes, pensemos que Euskadi acaba en Irun o en Arcachon, Francia siempre será el país vecino.  


jueves, 11 de octubre de 2012

Descubrimientos

Apocalypto (2006) es una película dirigida por Mel Gibson que gira entorno al modo de vida de los Mayas y que está rodada con diálogos en maya yucataceo. La película me resulto impactante y dura, diferente a muchas de las que había visto hasta el momento. Disfruté con ella, me gustó, aunque el largo recibió muchas críticas por los errores y anacronismos que abundan en la misma. Entre otros, la película acaba con la aparición de los colonos al "nuevo mundo" en el siglo XV y las poblaciones mayas quedaron prácticamente desaparecidas para el siglo X.

He tirado de esta película por un asunto muy concreto que me ha llevado a otro. El primero es que mañana es día 12 de octubre, día de la hispanidad, día en el que se celebra el descubrimiento de América por Cristobal Colón en 1492. Ese mismo día, pero del año 1984, nació mi primer amigo, Edu Prieto. Quien me conozca sabrá perfectamente que soy horrible para las fechas, pero del cumpleaños de Edu nunca me olvido gracias a su coincidencia con el Descubrimiento de América.

Y de un amigo salto a otro, Jon Castillo, que tiene unas teorías muy particulares sobre este descubrimiento. Comparto muchos de sus argumentos y os los explicaré brevemente. Para empezar, como todos sabréis, Cristobal Colón no descubrió nada, simplemente se topó con una tierra que pensaba que era la India. Fue Americo Vespucio el que se dio cuenta de que estaba ante otro continente. Esto es algo extendido. Por otra parte, el termino descubrir es muy relativo, ya que los habitantes de américa ya estaban allí cuando llegaron los europeos. Ellos vivían en sus tierras, mejor o peor, pero vivían sin necesidad de que nadie les descubriera. Y otra de las grandes frases que acuña Castillo, gran verdad, dice lo siguiente: "Cuando matas a una persona eres un asesino y si matas a miles eres un conquistador". Y es que es difícil entender como miles de sudamericanos se sacan fotos día tras día, por ejemplo, en la estatua que hay en Barcelona de Cristobal Colón cuando éste es un hombre que llegó a América y arrasó y violó a todo lo que se encontró por el camino. Digamos que son cosas de la vida.