jueves, 27 de septiembre de 2012

Dos semanas de instrucción militar

La Chaqueta Metálica (Full Metal Jacket, 1987) es una de esas películas de la historia del cine que todo el mundo debería ver. Dirigida por el gran Stanley Kubrick, consta de dos partes muy diferenciadas. Una primera centrada en el entrenamiento de los marines para la guerra de Vietnam, en la que sobresale la figura de Lee Emery como el Sargento Mayor Hartman, y la segunda parte en la que los marines ya se encuentran en tierras vietnamitas. Es como ver dos películas totalmente diferentes pero igual de impactantes y bien rodadas. Película dura donde las haya, sobre todo en su primera parte, mereció el aplauso de la crítica americana y estuvo nominada al Oscar de mejor guión adaptado.

Cabe subrayar una curiosidad, y es que Lee Emery, antes de ser actor, fue un verdadero instructor del Cuerpo de Marines de Estados Unidos y tiene la distinción de Sargento Primero. Emery tuvo un pequeño papel en Apocalipsis Now, pero cuando Kubrick vio un video suyo como instructor en el que no pararaba de proferir insultos, no dudó en contratarlo para su película (la escena de hoy es una gran muestra de su papel).

La película, aunque dura, es fiel reflejo de situaciones bien reales de la vida. Desde el compañerismo hasta el mayor de los 'hijoputismos'. En la película conseguí identificarme con alguna de las vivencias en el campamento militar. Esas putadas a compañeros en las colonias, esas tomaduras de pelo al menos hábil del grupo... No puedo sentirme orgulloso de muchas de ellas, pero tampoco las podemos esconder. Lo que nunca he tenido es un jefe, entrenador, compañero tan cabró como el Sargento Hartman. Aunque como dije mientras veía la película, no me importaría vivir un par de semanas de adiestramiento militar. Va bastante conmigo. Pruebas físicas durante todo el día, superación, compañerismo, disciplina, un par de disparos a las dianas, circuitos americanos... Al loro, he dicho por un par de semanas y no, de ahí no paso. No me veréis yendo al campo de combate a nada. Yo mi vida no la arriesgo.            




viernes, 21 de septiembre de 2012

¿Y si dijéramos a todo que sí?


Di que sí (Yes man, 2008) es una comedia dirigida por Peyton Reed y protagonizada por Jim Carrey, Zooey Deschanel y Bradley Cooper (protagonista de Resacón en Las Vegas). Iba a poner protagonizada por el genial Jim Carrey, pero tengo la sensación que el cómico canadiense está perdiendo fuelle en los últimos años. Eso sí, a los de carcajada fácil que nos quiten lo 'bailao' con películas tipo Dos Tontos Muy Tontos o Ace Ventura. La película de la que hablamos hoy no es la mejor de Carrey, pero me sirvió para pasar el rato. Jim sigue haciendo de las suyas, poniendo muecas y haciendo tonterías. La historia narra las vivencias de un banquero que siempre dice que no a todos los planes que se le proponen y cuya vida pega un cambio radical cuando empieza a decirle a todo que sí.

Seguro que no era el objetivo de los guionistas, pero la película me hizo pensar. ¿Y si realmente le dijéramos a todo que sí? ¿Si le diéramos un pequeño vuelco a nuestras vidas y empezaramos a aceptar todo lo que nos proponen? Nos puede acarrear algún problema, pero seguro que también descubrimos nuevas experiencias o vivimos situaciones deseadas y nunca conseguidas por el miedo a decir que sí. Creo que nos divertiríamos mucho más diciendo que sí. Seamos positivos, aceptemos retos, busquemos nuevas aventuras... Aunque como se acaba viendo en la película, debemos ser un poco cautos y no decir que sí a lo que no queremos. Si no quieres hacer algo, no lo haces, pero si el 'no' llega por pereza, aburrimiento, apalanque, miedo al que dirán... ¡Adelante! ¡Di que sí!


jueves, 13 de septiembre de 2012

Sexo sin sábanas


Fuga de Cerebros (2009) es una comedia española dirigida por Fernando González Molina. El director navarro no va a pasar a la historia por dirigir las mejores películas, pero ha hecho sonar la claqueta también en largos como Tres Metros Sobre el Cielo, Tengo Ganas de Ti (su secuela) o Fuga de Cerebros 2 (la secuela de la película de hoy). Todas ellas éxitos de taquilla y en las que el actor Mario Casas ha sido su divo particular. La película de la que hablo hoy es una de esas en las que si no estas dispuesto a darle al "of" de la inteligencia no disfrutas. Pero como todos tenemos ese punto absurdo, yo me lo pasé teta con esta historia. El buenorro de Mario Casas (Emilio) marcha con cuatro amigos, el genial Canco Rodríguez entre ellos, a la universidad de Oxford en busca de Natalia (la también buenorra Amaia Salamanca), de la que está enamorado. Los chicos no andan sobrados de luces y lo que allí les pasa es para mear y no echar gota.

De esta película podría elegir cualquier escena disparatada, pero me quedo con una que me llamó la atención. Pensar lo que queráis, pero no me impresionó por las tetas de Amaia Salamanca, que también. Estoy totalmente en contra de esas escenas de sexo en las que hombres y mujeres se tapan con la sábana hasta el cuello. Amigos directores, el sexo no es así. Cuando se folla hay cuerpos desnudos, roce, besos... Vamos, hay lo que se muestra aquí. Seguro que no es la mejor escena de sexo de la historia del cine, pero no está nada mal. Y al que se queje por desvelar que Emilio y Natalia acaban juntos teniendo en cuenta el tipo de película que es... Sólo decirle que su cerebro también se ha 'fugao'.

PD: Yo firmaría mañana ser Mario Casas. Estar así de buenorro y ser actor. Seguro que a vosotros y vosotras ni se os ha pasado por la cabeza algo así...

PD2: Esta escena se la dedico a mi buen amigo de la universidad Txusinho!! Hace unos días insistió para que volvieran las escenas y me vino a la cabeza todo lo vivido en la universidad. Cuatro años inolvidables