El domingo tendrá lugar la gala de Los Goya y Lo Imposible es una de las películas con más candidaturas, un total de catorce. Todo hace indicar que se llevará un buen número de cabezones y sería una apuesta fácil apuntar que en los apartados técnicos no tendrá rival. Desconozco las intenciones de los académicos, pero vistas las otras tres películas nominadas, Blancanieves, Grupo 7 y El artista y la modelo, tampoco parece que el nivel sea sublime como para quitarle los premios denominados como importantes.
Lo imposible es una gran super producción al más propio estilo americano, pero en mi opinión, excesivamente sobrevalorada. Se habló de ella como si no hubiera habido película igual en mucho tiempo y lo cierto es que me defraudó bastante. El desenlace lo sabía cualquiera que hubiera estado un poco pendiente de la actualidad, salió en todos los programas de tele y radio, lo que le quitaba ese toque dramático y angustioso de la película. Cuando algo no sorprende, es difícil que genere el clima necesario para que uno acabe engullido por la butaca del cine. Sólo una escena de la película me tocó el corazón (no la voy a poner para no desvelar el, a mi juicio, único momento emotivo).
No soy insensible. Lloro como cualquiera. Me encanta reencontrarme con mis amigos y me da pena despedirme de ellos. Necesito a mi gente cerca. Esta película podría ser perfecta para despertar emociones, pero no lo consiguió. Os dejo su escena más espectacular.
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