jueves, 16 de febrero de 2012

Impulsos

John Rambo (Rambo IV, 2008), es la cuerta entrega de la saga de películas de Rambo, protagonizadas por Sylvester Stallone. En esta ocasión el operadísimo Stallone también hizo de director, productor y guionista. Imagínense lo que salió. Poquitas conversaciones y tiros, tiros, sangre, más sangre, miembros volando, agujeros en el cuerpo provocado por las balas... En definitiva, lo que se espera cuando uno va a ver a Rambo. El argumento no va más allá de la ayuda que brinda Rambo a un grupo de misioneros religiosos en una zona fronteria entre Tailandia y Myanmar en la que se concentran, como no podía ser de otra manera, los milicianos más peligrosos del mundo. Pero no se preocupen porque ahí está Rambo para acabar con todos a base de golpe y porrazo.

Son dos los temas que quiero tocar en esta ocasión. El primero lo tenía pensado, el segundo me ha venido a la cabeza viendo la escena que os dejo a continuación. La escena bélica final de la película. Lo reconozco, es un poco gore, pero amigos, hemos venido al cine a ver Rambo, no Bambi. Con esto, aficionados al cine, lo que quiero decir es lo siguiente. Una película te puede gustar o no, lógico. Pero si no te gustan las masacres bélicas, no veas Rambo, si no quieres llorar, no veas La Vida es Bella, si no quieres reir no veas La Vida de Brian. Y es que no soporto a la gente que va al cine a ver Rambo y sale enojada porque ha sido muy sangrienta. O gente (esto va por mi amigo Xabi y lo digo con todo el cariño), que va a ver 2012 (pelicula sobre el fin del mundo) y se enfada porque le parece una fantasmada... Lógico, cualquier escena de destrucción mundial es bastante fantasmada... Cuando uno ve una película la tiene que analizar según género.

Y ahora voy con el tema principal, el que me ha llevado a la furia de Rambo. De esto no voy a hablar mucho porque me perjudica. Y para que nos vamos a engañar, de uno mismo mejor decir cosas buenas que malas... Tengo defectos. Lógico. Como todo el mundo. Uno de ellos, mi carácter. A veces, demasiado impulsivo. Temperamental. Debo reconocer que me gusta ser impulsivo. Hacer o decir lo que se me pasa por la cabeza. Soltar lo primero que me pasa por la boca... Para lo bueno y para lo malo. Es mi forma de ser. Soy así. Eso me ha hecho llegar hasta donde he llegado. Creo que me ha dotado de un carácer ganador. Un echado pa´lante que se suele decir... Pero no saber callarse las cosas y no controlar ese pronto agresivo me ha traído muchas discusiones, enzarzadas, calentones... Soy impulsivo y lo seguiré siendo, aunque hay veces en las que hay que saber contar hasta 10. Yo casi nunca puedo, aunque a veces lo consigo. Ayer una señora se puso como una loca en una tienda porque decía que me había colado cuando yo sólo estaba mirando pelucas de carnaval y no estaba en ninguna cola... Le dije que era una maleducada por gritarme, me gritó más y yo pasé totalmente de ella. La chica de la tiendo me dio la razón. Yo no sería capaz de matar a nadie, pero hay veces que pillaría un arma con la de Rambo y RATATATATATATATATATA!!!!!!

1 comentario:

  1. Hay una frase que dice que lo bueno, si es breve, es dos veces bueno. Supongo que si esa frase ha alcanzado la categoría de dicho popular es porque es verdad y si es así, deduzco que también es cierto que lo malo si es breve, es menos malo. Entrar a ver una película cuando en realidad quieres ver otra condiciona tu opinión desde antes de entrar en la sala, lo reconozco. Pero si los amigos quieren meteorito, tsunami y nave espacial pues nada Xabi: meteorito, tsunami y nave espacial. Pues eso, te pones en situación, "2012 Fin del Mundo". Una comedia fijo que no es, se va a liar la de dios, y mañana nadie fumará. OK. Entonces el prota te empieza a caer bien, tiene pinta de pringadete, padre de familia, bla bla bla, vamos que podría ser el vecino del quinto. Bueno, aunque el vecino del quinto no escapa de ser tragado por la tierra conduciendo como Collin McRae en un terremoto o pilota aviones escapando de rascacielos que se derrumban a su paso. Le ves librar una batalla, otra y otra y le empiezas a coger paquete, empieza a ser algo personal: Que lo arrase el puto tsunami o que se me caiga el techo del cine encima. O mejor, que se acabe el puto mundo de una vez, que llevamos 2 horas y cuarto y esto no acaba!Fdo. Xabi

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