El otro día sentí que me querían estafar. Lo hicieron de manera sibilina, intentando que no me enterara, pero lo cierto es que lo hicieron realmente mal. Me enseñaron el truco a la cara y les pillé. No tuve miedo y me enfrenté a ellos. Se lo dije claramente, me habéis intentado engañar.
No se hagan películas. Reconozco que no fue nada del otro mundo. Me pasó una gran superficie. Fui sin dudar hacia el pack ahorrode unos yogures bebibles, pero me dio por comparar precios antes de llenar el carro y me di cuenta que comprar por separado me salía más barato que con ese supuesto pack ahorro. Esto es algo que siempre oímos en los clásicos programas que intentan ayudar a los consumidores, pero de lo que no te das cuenta hasta que lo compruebas.
Me puedo imaginar a los responsables de la gran superficie, fumando y bebiendo wihsky en torno a una mesa mientras planean cómo darnos un nuevo golpe. Espero volver a pillarles.