Sólo en casa 2 Perdido en Nueva York (Home Alone 2: Lost in New York, 1992) es la segunda película de la saga Sólo en Casa. Películas de gran éxito en los años 90 que fueron protagonizadas por Macaulay Culkin, ese juguete roto made in Hollywood que se creyó una superestrella con diez años tras rodar películas como la citada, Mi chica o Richie Rich y que acabó agarrado a una botella de cazalla cuando tenía que sujetar limonadas. Pero lo que pasó después con Culkin no quita para que bordara su interpretación de pequeño travieso en Sólo en Casa como Kevin McCallister, el pequeño de una familia al que olvidan durante la navidad. En la primera película en casa cuando todos se van de viaje y en la segunda perdido en Nueva York mientras toda su familia está en Miami tras confundirse de avión. Un sinfín de aventuras, jugarretas, travesuras y momentos desternillantes hacen de esta película una clásico del humor infantil que, seguramente, veremos durante este periodo navideño.
Y es precisamente de lo que voy a hablar hoy, de las navidades. Fiesta, alegría, luces, árboles, Olentzero, Papa Noel, Reyes Magos... Yo, con mi síndrome de Peter Pan a cuestas en demasiadas ocasiones, soy de esos a los que no se les quita la sonrisa de la boca durante estos días. Siempre han sido unas fechas señaladas para mí, siempre me han encantado. Pasear por la calle abrigado, comer chocolate con churros, ver las luces de Navidad, cantar, entrar en grandes almacenes para ver juguetes... He ido muchas veces en contra de gente que a la que no le gustan estas fechas, en las que se recuerda un poco más a todos los que no están. Tengo que reconocer que en ese aspecto he tenido suerte y que sólo he tenido que lamentar el fallecimiento de un abuelo durante mis 27 años de vida. Elias Olazabal, mi gran abuelo. El que me lo daba todo. A mi y a mi hermana, que hemos sido sus dos únicos nietos. Puede que sea el pasar de los años, y aunque me sigue encantando la navidad (en casa siempre hemos celebrado el día de reyes como si ni mi ama, ni mi aita ni yo supiéramos quienes son...), cada vez me invade más una extraña sensación de nostalgia. Esa nostalgia que aparece cuando llegan a la cabeza bonitos cuentos de Navidad.
Para acabar, y para quitar este sabor amargo de tristeza, os dejo esta pedazo escena de Sólo en Casa 2 y os desvelo otro secreo. Odio felicitar las fiestas a todas esas personas que no te hablan en todo el año y que estos días se acercan como si fueras su amigo del alma... Feliz Navidad gusanos miserables!!!
miércoles, 21 de diciembre de 2011
jueves, 15 de diciembre de 2011
Miedo
Planta 4ª (2003) es una película dirigida por Antonio Mercero, gran director español que estuvo al frente de series que pasaron a la historia de la televisión como Verano Azul o Farmacia de Guardia, o del brillante telefilm, La Cabina. Tengo que reconocer que esperaba mucho más de esta película cuando la vi, se me quedó un poco corta, de estas en las que no pasa nada. Mucho prometía pero luego... Ni es lo suficientemente graciosa, ni lo suficientemente dramática. Cuenta la historia de tres chavales, entre los que esta el sobrevalorado Juan José Ballesta (El Bola), que residen en la planta cuarta de un hospital, la de traumatología. A los tres les falta alguna extremidad y su calvicie deja bien claro el tipo de enfermedad que han pasado. Aun así, afrontan la vida dejando de lado sus problemas y disfrutando de las cosas propias de chavales de su edad.
He elegido esta película porque en los últimos días no hago más que ver anuncios sobre el telemaratón de ETB, que este año es en favor de las personas afectadas por el Alzheimer. Antonio Mercero, el director, sufre esta enfermedad desde el año 2009. Hace poco sacaron en televisión el momento en el que su hijo recogía el Goya de Honor que la Academia otorgó a Antonio Mercero en el 2010. Del discruso del hijo rescato la siguiente frase "Antonio estará viendo ahora su película favorita, Cantando bajo la lluvia, que la ha visto miles de veces. Lo único bueno del alzheimer es que mi padre podrá ver esa película todas las veces que quiera como si fuera la primera vez". Tomarse con un humor las cosas es una virtud que no está en manos de todo el mundo. En Planta 4ª los tres protagonistas se toman con humor todo lo que les está pasando. Ahora que se acercan las navidades todo el mundo se empieza a acordar de las asociaciones creadas para ayudar a los enfermos por unas y otras enfermedades y me ha apetecido contaros una cosa. En esta vida casi todo me lo tomo con humor, pero hay algo con lo que no puedo, las enfermedades. Sería incapaz de tomármelo con humor. Es uno de mis mayores miedos, caer enfermo. No me gusta, no lo puedo controlar, no lo puedo evitar. Soy bastante, muy, hipocondriaco. Me emparanoio con facilidad en cuanto me duele algo y lo oculto hasta que se me pasa. No me he hecho en mi vida un análisis de sangre, sobre todo, por miedo a que me encuentren algo malo. Por eso, estos días, cada vez que veo programas de este tipo, cada vez que veo gente por las calles pidiendo ayuda para determinada asociación, se me hace un nudo en el estómago, como el que tengo mientros escribo esto. Hace poco hablé de esas cosas que deberían cambiar en pleno siglo XXI, y esta es otra de esas. Me encantaría que toda enfermadad se pudiera curar. Yo, personalmente, viviría mucho más tranquilo.
He elegido esta película porque en los últimos días no hago más que ver anuncios sobre el telemaratón de ETB, que este año es en favor de las personas afectadas por el Alzheimer. Antonio Mercero, el director, sufre esta enfermedad desde el año 2009. Hace poco sacaron en televisión el momento en el que su hijo recogía el Goya de Honor que la Academia otorgó a Antonio Mercero en el 2010. Del discruso del hijo rescato la siguiente frase "Antonio estará viendo ahora su película favorita, Cantando bajo la lluvia, que la ha visto miles de veces. Lo único bueno del alzheimer es que mi padre podrá ver esa película todas las veces que quiera como si fuera la primera vez". Tomarse con un humor las cosas es una virtud que no está en manos de todo el mundo. En Planta 4ª los tres protagonistas se toman con humor todo lo que les está pasando. Ahora que se acercan las navidades todo el mundo se empieza a acordar de las asociaciones creadas para ayudar a los enfermos por unas y otras enfermedades y me ha apetecido contaros una cosa. En esta vida casi todo me lo tomo con humor, pero hay algo con lo que no puedo, las enfermedades. Sería incapaz de tomármelo con humor. Es uno de mis mayores miedos, caer enfermo. No me gusta, no lo puedo controlar, no lo puedo evitar. Soy bastante, muy, hipocondriaco. Me emparanoio con facilidad en cuanto me duele algo y lo oculto hasta que se me pasa. No me he hecho en mi vida un análisis de sangre, sobre todo, por miedo a que me encuentren algo malo. Por eso, estos días, cada vez que veo programas de este tipo, cada vez que veo gente por las calles pidiendo ayuda para determinada asociación, se me hace un nudo en el estómago, como el que tengo mientros escribo esto. Hace poco hablé de esas cosas que deberían cambiar en pleno siglo XXI, y esta es otra de esas. Me encantaría que toda enfermadad se pudiera curar. Yo, personalmente, viviría mucho más tranquilo.
jueves, 8 de diciembre de 2011
Palos para todos
En el nombre del padre (In the name of the father, 1993) Es un buena película irlandesa dirigida por Jim Sherindan y protagonizada por Daniel Day Lewis, nominado al oscar al mejor actor por esta película, y Emma Thompson, nominada a la mejor actriz de reparto. El film también fue nominada a la mejor película, montaje, director y guión adaptado, aunque sólo consiguió el Oso de Oro en el Festival de Berlín. Que no ganara ningún premio lo explica que tuvo que competir en el mismo año con películas de la talla de La Lista de Schindler, Philadelphia o Parque Jurásico. Como curiosidad apuntar que ese mismo año ganó el Oscar a la mejor película de habla no inglesa la española Belle Epoque. La película de la que hablamos hoy trata de la injusta detención de varios hombres como causantes de un atentado del IRA. Interesante, entretenida, emocionante... Una película que habla de las injusticias de cualquier sistema.
Si nos ponemos a pensar, ¿qué sistema es perfecto? ¿Quién no comete errores? Es difícil, complicado. Yo los cometo, como cualquier otra persona en el mundo, pero hoy me toca hacer de juez y condenar dos actuaciones que han tenido lugar durante esta festiva semana. Tengo para todos, para que luego no me critiquen.
España está considerado, por su constitución, un país laico. Es decir, que no profesa religión. No hay más que ir al Artículo 16. 3. de la Constitución Española para leer que "Ninguna confesión tendrá carácter estatal". Pues bien, hoy jueves 8 de diciembre en España es fiesta porque es el día de la Virgen. Que
venga alguien y me lo explique.
La otra crítica es por el otro día festivo de la semana, el 6 de diciembre, día de la Constitución. Día en el que fue ratificada en referendum por el pueblo español en 1978. El martes escuché por la radio las declaraciones de un político que decía que hoy en su Ayuntamiento trabajaban porque la constitución española no respetaba sus derechos. Quizás habría que explicarle que está donde está gracias a que la constitución española le ha permitido presentarse a unas elecciones y el pueblo ha tenido derecho a elegirle. En fin.
Si nos ponemos a pensar, ¿qué sistema es perfecto? ¿Quién no comete errores? Es difícil, complicado. Yo los cometo, como cualquier otra persona en el mundo, pero hoy me toca hacer de juez y condenar dos actuaciones que han tenido lugar durante esta festiva semana. Tengo para todos, para que luego no me critiquen.
España está considerado, por su constitución, un país laico. Es decir, que no profesa religión. No hay más que ir al Artículo 16. 3. de la Constitución Española para leer que "Ninguna confesión tendrá carácter estatal". Pues bien, hoy jueves 8 de diciembre en España es fiesta porque es el día de la Virgen. Que
venga alguien y me lo explique.
La otra crítica es por el otro día festivo de la semana, el 6 de diciembre, día de la Constitución. Día en el que fue ratificada en referendum por el pueblo español en 1978. El martes escuché por la radio las declaraciones de un político que decía que hoy en su Ayuntamiento trabajaban porque la constitución española no respetaba sus derechos. Quizás habría que explicarle que está donde está gracias a que la constitución española le ha permitido presentarse a unas elecciones y el pueblo ha tenido derecho a elegirle. En fin.
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