La casa de mi padre (2009), es la opera prima del director donostiarra Gorka Merchán. Una película que habla sobre la vida de Txomin (Carmelo Gómez), un empresario vasco amenazado por ETA que vive en Argentina. Cuando su hermano está a punto de morir vuelve a Euskadi y se encuentra con una familia en la que chocan ideologías. No hace falta decir mucho más. Cualquiera que viva por aquí sabrá de lo que hablo o se hará una idea. Una película, que como todas las que tocan esta temática, gusta a unos y horroriza a otros, pero que se ve a gusto y que muestra sin demasiado error algo que puede pasar en cualquier rincón de Euskadi. El título de la película hace referencia al poema de Gabriel Aresti "Nire Aitaren Etxea". El que lo quiera leer, aquí lo tiene http://www.agirregabiria.net/g/mikelagirregabiriaagirre/aresti.htm
No podía dejar de tocar este tema después del comunicado de ETA sobre el cese definitivo de su actividad armada, que se dio el pasado jueves día 20 de octubre. Tengo 27 años y he nacido en Irun. Soy del barrio de Meaka, irundarra, bidasotarra, gipuzkoano, euskaldun, español, europeo y mundial. Soy lo que me da la gana y lo que siempre he sido. 27 años en Irun me dan derecho a hablar de lo que ha pasado aquí durante mucho tiempo. Sin miedo a equivocarme. Dando mi opinión y respetando la de los demás. No recuerdo cuántos años tenía, 4,5,6... Escuché en la radio que la policía había matado a un miembro de ETA. Salí corriendo de mi cuarto para preguntarle a mi padre a ver si habíamos ganado. Salte a él para abrazarme. Me dijo que me callara, que esas cosas no había que decirlas muy alto. Yo no sabía lo que pasaba y no recuerdo cómo siguió la conversación. A uno desde pequeño le enseñaro que lo que hacía ETA no estaba bien, pero también le demostraron que había miedo. He ido de vacaciones con mis padres con miedo a que nos apedrearan el coche por tener matrícula de San Sebastián (SS). He tenido y tengo amigos y amigas de todos los colores. Abertzales, independentistas, socialistas, peperos, de izquierdas, comunistas... He corrido para que no me pillara una manifestación, la policía me ha parado en controles, he compartido horas con gente que ha estado en la cárcel y con gente que ha estado amenazada. Aquí, en Euskadi, las hemos visto de todos los colores, pero hemos convivido todos sin demasiados problemas. El único problema ha sido que un grupo de personas tenían entre ceja y ceja que la manera de imponer sus ideas pegando tiros o poniendo bombas. Que si uno no pensaba como ellos, había que quitarlo del camino. Y eso, no puede ser. ETA nació en contra de un régimen dictatorial que se acabó hace mucho tiempo y desde entonces no ha tenido sentido. Porque todo el mundo tiene que ser libre a decir lo que piensa sin miedo a que le peguen un tiro. Me alegró profundamente el comunicado. Algunos piden su disolución, la entrega de las armas... Poco a poco, tengamos paciencia. Se ha dado un paso y se darán más. Veremos lo que pasa de aquí en adelante, pero seguirá siendo el pueblo el que decida lo que quiere. Esta vez, sin miedo a expresarse.
En la escena también se habla de los muertos en las cárceles. Otro error. Pero es que los errores no se solucionan cometiendo más errores.
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